El de los barnices y la toxicidad es un tema al que felizmente cada vez prestamos más atención, la seguridad de los materiales tras su aplicación y sus efectos sobre nosotros. Para analizarlo correctamente prescindiré de conceptos coma la ecología y me centraré en los efectos sobre las personas.

Los barnices se formulan con disolventes que los hacen líquidos y permiten su aplicación y a la vez catalizan su endurecimiento (polimerización); dichos disolventes son muy nocivos para la salud humana y se desprenden continuamente incluso cuando han pasado muchos años. Esto sucede aunque no seamos capaces de apreciarlo con el olfato. Si poseemos un piso barnizado con ureas o poliuretanos normales (la mayoría) debemos prestar mucha importancia a la ventilación.

Existen numerosos estudios que indican que estos productos se acumulan en nuestros organismos y todos están catalogados como cancerígenos y mutágenos. Entre ellos destaca el formaldehido de los ureas y los disolventes de los poliuretanos. Para clasificarlos se emplea el valor COV (compuestos orgánicos volátiles) también conocidos como VOC. Al ser volátiles se asume que se desprenden del barniz expontaneamente y se mezclan con el aire que respiramos. Su peligrosidad radica en que son capaces de combinarse con cualquier material orgánico, alterando sus propiedades.

Cuando lijamos los pisos tras muchos años de su aplicación el olor que se desprende es irrespirable, lo cual demuestra que siguen llenos de esas sustancias. Actualmente existen aparatos que detectan su presencia en el aire, especialmente en casas donde se ventila poco y mal.

Por todo ello he de recomendar el uso de barnices con bajo contenido en etas sustancias, como los poliuretanos al a gua, u otros recubrimientos como las ceras hardwax o los aceites, que serían los más adecuados si nos preocupa este tema.

En Parquets da Cruz nos tomamos muy enserio este tema por lo cual sólo aplicamos materiales con muy bajo contenido en materiales nocivos.

Hoy es más frecuente que la gente se preocupe por el tema de los barnices y toxicidad pues a nadie le gusta vivir en un entorno poco saludable.