Las rajas o hiendas en la madera tienen como causa general la variación en la cantidad de agua que contienen. La madera tienen que estar al rededor de un 8% de humedad y su variación produce mermas o aumentos en su tamaño.
La humedad en la madera puede ser causa de un incorrecto aislamiento del edificio, de fugas en instalaciones o defectos de instalación.
Es frecuente que en obra no se mida la humedad de la madera y que al perderla se abran rajas. Estas serán más o menos anchas dependiendo de la especie y de la cantidad total de agua que se pierde.
También es común que cuando se instalan el ambiente de la obra o la solera sobre la que se colocan estén demasiado húmedas. Por ello al secarse se abrirán sin remedio.
Las especies de madera se clasifican en muy nerviosas, nerviosas o poco nerviosas, según sean más o menos propensas a sufrir esta variación de tamaño inducida por la humedad.
Especie | Radial | Tangencial | Volumétrico | |
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Muy nerviosa | Haya | 0.12 – 0,30 | 0.28 – 0,50 | 0,45 – 0.72 (*) |
Pino laricio | 0.24 | 0.37 | 0.66 | |
Olmo | 0.20 | 0.37 | 0.63 | |
Acacia | 0.20 | 0.38 | 0.63 | |
Fresno | 0.20 | 0.30 | 0.56 | |
Nerviosa | Pino Oregón | 0.18 | 0.31 | 0.53 |
Roble | 0.16 – 0,20 | 0.31 – 0,36 | 0.50 (*) | |
Eucalipto blanco | 0.09 | 0.16 | 0.44 | |
Castaño | 0.12 | 0.25 | 0.41 | |
Picea | 0.12 | 0.26 | 0.41 | |
Okume | 0.13 | 0.24 | 0.39 | |
Poco nerviosa | Chopo | 0.09 | 0.24 | 0.35 |
Iroko | 0,13 – 0,19 | 0,25 – 0,28 | 0,33 – 0,44 (*) | |
Pino pinaster | 0.11 | 0.20 | 0.34 | |
Nogal | 0.09 | 0.14 | 0.23 | |
Teca | 0.08 | 0.14 | 0.23 | |
Ébano | 0.03 | 0.06 | 0.10 |
(*) Ejemplo de variación según si hablamos de duramen o albura, el resto son medias ponderadas.
También es muy importante el ancho de las tablas. Cuanto mayor sea el ancho de la tabla mayores serán las variaciones de tamaño por este fenómeno.
Si las tablas comienzan a hincharse, se curvan por el medio y se despegan seguramente estamos presenciando los efectos de una fuga de agua en la instalación de nuestra casa.
Las hiendas se deben de cubrir con emplastes, preferiblemente sin disolventes nocivos. Esto sabiendo que el emplaste no tiene porque quedarse en su sitio si la raja tiene más de 1,5mm. De ser mayor no podemos culpar por ello a nuestro profesional.
En tarimas solemos aplicar una técnica conocida como enchuletado, en la que se meten largas y finas tiras de madera para rellenar los huecos, algo mucho más eficiente que un emplaste.
Después de explicaros esto, es fácil entender que cualquier profesional que se precie de serlo, ha de poseer un higrómetro para verificar que la madera tiene la humedad adecuada para nuestro hogar.