El mantenimiento del parquet es muy importante pues lijar y barnizar es una obra tediosa. Más vale que se conserve el mayor tiempo posible. Me gustaría empezar diciendo que los parquets no se friegan con una fregona y un chorro de vinagre en el agua. El vinagre es un producto ácido derivado del ácido acético y si bien en un principio limpia, termina dañando el parquet.

Tampoco se dan ceras para recuperar el brillo pues al cavo de un tiempo ennegrecen y lo estropeamos sin remedio. En este caso el problema es doble porque contaminamos la madera y en posteriores lijados y barnizados los resultados pueden ser horrorosos.

Cuidado con los productos maravillosos que limpian sin esfuerzo; su química suele ser muy agresiva y nada recomendable para la madera.

​Para el mantenimiento del parquet solamente hemos de usar productos jabonosos con un ph neutro pues el brillo no es recuperable con ningún truco de la abuelita. El brillo de un barniz solamente se puede conservar.

​Esto de no echar cualquier cosa sobre el parqué es especialmente importante cuando nos disponemos a restaurar el piso. Siliconas, disolventes o limpia cristales, por ejemplo pueden ocasionar reacciones nada deseables, como los famosos cráteres.

La humedad en nuestras casas se debe mantener lo más constante posible, entre 40-60% para evitar la deformación de la madera, que a su vez ocasiona despegues y hiendas.

​Largos periodos sin calefacción, calefacciones secas como las eléctricas, aires acondicionados antiguos que resecan el ambiente, pueden ocasionar estragos.

En casos graves se pueden usar humidificadores o deshumidificadores para adecuar la humedad a los valores que indico, que no solo son recomendables para el parquet sino también para nuestra propia salud.

​Para la limpieza usaremos la menor cantidad de agua posible o bien trataremos de recogerla lo más pronto posible. 

Es bueno hacer las limpiezas profundas en verano, cuando aportar algún grado de humedad a la madera puede ser hasta bueno pues suele ser una estación seca.

​Comúnmente bastará con barrerlo, aspirarlo o pasar una mopa ligeramente humedecida en agua o con un paño electrostático.

​Los aceites necesitan unos limpiadores específicos y mantenimiento anual por parte de vuestro profesional.

​Es muy recomendable que todas las patas de los muebles tengan una protección para evitar rayones.