La madera desnuda me apasiona. A veces cuando estoy trabajando y los dueños del inmueble ven la madera recién lijada y desprovista del feo barniz que la cubría me preguntan si se podría mantener ese color natural.
Cuando me preguntan eso me alegra pues siento que estoy en presencia de un auténtico fan de la madera. Le gusta verla tal cual es, sin ningún filtro extraño de color añadido, sin brillos de luz que oculten sus matices
Si, he de reconocer que soy un admirador de este tipo de acabados. Me gusta ver los dibujos extraños de las tablas y su contraste con las demás, a mi también me gusta mucho la madera.
Es por esto que siempre me han agradado más los aceites, ceras o poliuretanos al agua, que los barnices tradicionales: urea, nitrocelulósico y poliuretano. Estos a parte de envejecer peor, cambian totalmente el tono de la madera, porque no son transparentes y porque tienen un color que se superpone al propio de nuestra madera. El brillo también oculta las texturas y dibujos. Nunca entendí que la gente prefiera el reflejo del sol a un material bello.
Aun los aceites y poliuretanos al agua, aunque muy levemente, cambian el tono de la madera desnuda, menos los primeros. Dado que mucha gente demanda estos acabados los fabricantes han diseñado productos específicos para este fin, de forma que si a ti también te apasionan este tipo de acabados no dudes en consultarnos.
Tanto en aceites, como con poliuretanos al agua se puede conseguir este efecto sin renunciar a una buena protección para nuestro pavimento de madera.
Nosotros estaremos encantados de hacerlo.