Remodelación de un piso. ¿Quién no ha deseado adaptar su piso recién comprado a sus necesidades y gustos?
Unir varias habitaciones para conseguir una gran estancia o darles un uso totalmente diferente. Es el caso de esta obra, que nos encontramos con las rozas de haber derribado varios tabiques, con estancias a diferente altura y agujeros llenos de escombro.
Aunque no somos albañiles, no queríamos que uno vertiera un hormigón normal, pues habría tenido una humedad excesiva durante más de un mes, con el consiguiente retraso en el total de la obra.
Por ello amasamos un mortero de recrecido de secado rápido y rellenamos todos los huecos del suelo.
Una vez hecho esto, alisamos el suelo con una capa de pasta niveladora para preparar una buena superficie de pegado.
Tras los trabajos de albañilería, pegamos todas las zonas ampliadas y los huecos de los tabiques con damas de roble del mismo tamaño.
Como la madera colocada tenía un alto grado de envejecimiento, formulamos un tinte para imitar el tono en las zonas nuevas.
Por último se adaptó el rodapié de roble que se había retirado a las nuevas paredes y se barnizó también.
El resultado final de esta remodelación de un piso es un enorme salón muy luminoso.